Una casa pasiva es un tipo de construcción que busca minimizar el consumo energético y maximizar el confort interior. Esto se logra a través de los siguientes principios:
1.Aislamiento térmico: Las paredes, techos y ventanas están diseñados con materiales que reducen al máximo las pérdidas de calor.
2.Hermeticidad: Las casas pasivas están construidas para evitar las infiltraciones de aire no deseadas.
3.Ventilación mecánica con recuperación de calor: Este sistema asegura la renovación del aire interior, conservando la energía térmica.
4.Diseño orientado al sol: La orientación y el diseño de las ventanas aprovechan al máximo la luz y el calor del sol.
5.Eliminación de puentes térmicos: Se minimizan los puntos donde el calor puede escapar de forma no controlada.
Aunque el costo inicial de construcción puede ser mayor que el de una casa convencional, la inversión se amortiza rápidamente gracias al ahorro en costos energéticos. Además, el valor a largo plazo de una vivienda sostenible es significativamente mayor.
Optar por una casa pasiva no solo es una decisión inteligente desde el punto de vista económico, sino también un paso hacia un futuro más sostenible. Si estás pensando en construir o renovar tu hogar, considera este enfoque que combina tecnología, diseño y respeto por el medio ambiente.